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Pilar Bellés Pitarch: Enseñar y aprender, un juego que no acaba nunca... un cuento... una ocasión.

NOTICIA SOBRE LA FERIA DEL LIBRO 2015

NOTICIA SOBRE LA FERIA DEL LIBRO 2015

EL POEMA “GRACIAS POR TU TRABAJO, MAESTRO” DE PILAR BELLÉS ARRASA EN LAS FERIAS DEL LIBRO DE CASTELLÓN Y VALENCIA

Pilar Bellés comparte su trabajo de profesora de inglés con sus publicaciones literarias en cuento, novela social y poesía revindicativa. También participa en recitales de poesía. Este año ha causado una especial sensación su poema “Gracias por tu trabajo, maestro” en la que resalta la gran labor que hacen los profesionales de la enseñanza, lo importante que es tener normas en casa y la necesidad de la colaboración de los padres en la labor docente.

Durante las ferias del libro de Castellón, Valencia y otros pueblos de los alrededores esta escritora castellonense afincada en Sant Mateu está impartiendo la conferencia “Valores en tiempos de crisis: igualdad de oportunidades, coeducación y educación emocional” al mismo tiempo que presenta sus últimas publicaciones en ensayos, teatro y poesía: “El cambio social a través de la literatura y otros ensayos”, “Teatro: engaño perfecto” y “Poemas y reflexiones sociales con un cachito de amor”.

Les invitamos a leer este poema revindicativo que la escritora dedica a todos los maestros y maestras que van a trabajar cada día con su mejor sonrisa, poniendo toda su ilusión en sus trabajo; a todos los niños y niñas que les gusta el colegio y son felices allí y, a todos los padres y madres que ponen su mejor empeño en la labor de educar y hacer lo mejor para sus hijos e hijas. Les invitamos a leerlo. Merece la pena.

¡GRACIAS POR TU TRABAJO, MAESTRO!

 

Las últimas noticias nos llegan

y nos hieren el alma,

¿qué pasa con lo que hacemos?

¿Cómo es que nadie lo ve?

 

Somos maestros  y maestras

llevamos años educando,

creando buenas personas,

sonriendo y mimando.

 

Gracias a nosotros y nosotras

miles de niños aprendieron

a vivir en respeto y tolerancia,

valores y responsabilidad.

 

Ocurrió un desgraciado incidente

y, de pronto,  todo parece estar mal,

nos quedamos sorprendidos e impotentes,

vacíos, ante la terrible realidad.

 

Las noticias nos avasallan

y no sabemos qué hacer,

nadie se atreve a gritar

lo que, ya, está en el ambiente.

 

Ya está bien de noticias de desánimo,

ya está bien de descalificarnos,

somos muchos los que no estamos

de acuerdo, y nos callamos,

tal vez porque no nos atrevemos

a decir lo que pensamos.

 

 

No estamos quemados

ni vamos a huir,

nos gusta nuestro trabajo

y vamos a seguir.

 

Somos felices educando

y nos sentimos recompensados

con la sonrisa de nuestros alumnos

por los que cada día nos desvivimos.

 

 

Educaremos a los futuros ciudadanos

con ejemplo de valores y responsabilidad,

no somos débiles ni nos rendiremos

seremos fuertes ante la adversidad.

 

Somos maestros y maestras

que estamos orgullosos de educar

somos padres y madres

que enseñamos a nuestros hijos a respetar.

 

Ya basta de noticias deprimentes

y  comencemos a actuar,

ya es hora de enseñar a nuestros hijos

a ser respetuosos con la autoridad,

no miremos hacia otro lado

que eso tiene que pasar por nosotros

hemos de ser respetuosos y hacernos respetar.

 

Ya está bien de intolerancia,

ya está bien de callar la verdad,

si hay treinta manzanas sanas

¿cómo es que sólo ven la que salió mal?

 

Los padres no debemos olvidarnos

de la gran labor de educar,

hay que poner normas en casa

y saber decir que no,

que nuestros hijos tengan límites

que no puedan traspasar.

 

Educar no es sólo tarea del maestro,

el respeto comienza en casa,

educar es tarea compartida

de familia y colegio,

para ello debemos apoyarnos

en lugar de enfrentarnos.

 

La labor que hacen los maestros

no la debemos olvidar,

pero debemos apoyarla en casa

para que llegue a funcionar.

 

Ya está bien de callarnos

y vamos juntos a gritar:

¡queremos educar con alegría,

respeto y responsabilidad!

 

Ya está bien de buscar defectos

y como padres vamos a valorar

el gran trabajo de los maestros

y aceptar nuestra responsabilidad.

 

El día que nuestros hijos crezcan

no recordarán la adversidad,

sino la sonrisa del maestro

que le enseñó a triunfar.

 

Gracias maestro por tu sonrisa,

por tu paciencia y tolerancia,

gracias por haberme enseñado

que el mundo es maravilloso.

 

 

Ante los últimos acontecimientos

padres, madres, niños, personas en general

todos juntos, vamos a gritar:

¡gracias por tu trabajo, maestro!

 

 

Gracias por tu trabajo, maestro,

por tus cuidados y tu sonrisa,

yo era un ser pequeño e indefenso

y tú me diste ilusión y esperanza,

ahora que yo soy maestra también

procuraré seguir tu ejemplo,

¡gracias por tu trabajo, maestro!

             Pilar Bellés

 

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