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Pilar Bellés Pitarch: Enseñar y aprender, un juego que no acaba nunca... un cuento... una ocasión.

¡A LA MESA!

¡A LA MESA!

Comer de todo, especialmente fruta y verdura, en la etapa infantil, puede ser una pesadilla o un juego. Vamos a intentar que sea un juego creando un cuento cada día e intentando que nuestros pequeños / pequeñas se identifiquen con el protagonista del cuento.

 

Había una vez un pollito que vivía muy feliz en su nido con su familia. Le encantaba jugar encima de su alfombra.  Cada vez que jugaba, sacaba todos los juguetes y los esparcía, después elegía a qué jugar. El problema era la hora de recoger.

-  Cariño, recoge los juguetes- le decía la mamá.

-  Déjame un poco más...

-  ¡Yaaaaaaaaaaaa!

Los recogía en cuanto la mamá se ponía seria. En cambio, a la mesa, acudía siempre a la primera en cuanto oía el grito:

-  ¡A la mesa!

El pollito se lavaba las manos, se ponía el babero y se iba corriendo a comerse su arroz con gambas (se dice una comida que guste al niño / niña).  Veía un vídeo de dibujos de Caperucita Roja (se dice el nombre del vídeo favorito del niño / niña, a veces ven el mismo vídeo repetido durante mucho tiempo a la hora de comer, no importa) y, finalmente, dormía una siesta con su mantita.

Aquel día era diferente porque la mamá había preparado una comida nueva, lentejas (se pone el nombre de la comida nueva que queramos introducir o de una comida que no le gusta).

- Mamá, el arroz está negro. Se ha quemado...

-  Son lentejas.

-  ¡No las quiero! ¡Quiero arroz con gambas! ¡Nooooooooo!... me voy a ver el video y a hacer la siesta...

Aquel día el video estaba desenchufado y su manta de hacer la siesta no estaba.

-  ¿Qué pasa, mamá?

- Los chiquitines que comen de todo tienen video y siesta, además crecen sanos y fuertes. Los que no lo hacen tienen serios problemas...

-  Está bien, las probaré. Pero sólo una cucharada....

El pollito se comió una cucharada, luego otra... le gustaron tanto que se comió dos platos.

A partir de ese día el pollito comió lentejas, fue probando más y más comidas... acabó comiendo de todo. Creció muy fuerte. Y además tuvo muchos videos, muchos juguetes y muchos amigos (aquí pondremos las cosas que le gustaría tener al niño o la niña).

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