POR DISTINTOS CAMINOS LLEGAMOS A TRIUNFAR (poema dedicado a mi amigo Ramón de Aguilar y al pueblo de Villatoya)
Cuando me conociste te preguntaste ¿qué era?
Yo sólo era un suspiro, unas palabras,
un poco de viento fresco sin rumbo,
una ilusión y un poco de esperanza.
Y ahora me dices ¿a qué te dedicas?
Yo soy profesora y escritora activista,
de cuento, novela, ensayo, teatro y poesía
y, desde la literatura, intento cambiar la sociedad.
Y te acuerdas de dónde era y dónde nací,
eso no importa, yo soy de donde tengo amigos
que me quieren y me aceptan como soy
yo soy de ese lugar donde me siento feliz.
Mi familia, los que siempre estuvieron ahí,
los que me apoyaron cuando no era nadie;
con ellos, pasaron los años y me hice fuerte
y, gracias a ellos, hoy estoy aquí.
¿Cuándo ocurrió eso? No importa ya,
los malos recuerdos se fueron olvidando,
nos quedamos con los buenos momentos,
y entre nosotros creció una bonita amistad.
Cuando llegaste a mi aldea
no sé qué esperabas encontrar,
pero para mí fuiste un rayo de esperanza
que me iluminó en la oscuridad.
En un mar profundo hundida,
yo llorando sola en un rincón,
de repente, llegó aquella carta,
y conocí a mi amigo Ramón.
¡Mi salvación!, grité yo emocionada,
él me sacó de aquel mar profundo
lleno de monstruos, temores y engaños,
donde yo vivía encerrada en mi jaula imaginaria.
¡Qué suerte tuve al encontrarte!
Me diste una oportunidad y me salvaste
cuando, sin remedio, estaba siendo engullida
por el egoísmo de una sociedad machista.
Tú conoces lugares y secretos
que mi mente trata de olvidar,
tú me mostraste un mundo
que no se veía desde mi ventana.
Una persona generosa en un mundo egoísta,
que tuve la suerte de encontrar,
fuiste para mí un rayo de esperanza,
mientras yo luchaba entre alimañas.
Gracias, amigo Ramón,
por abrirme aquella puerta
por ser un rayo de sol
en la más absoluta oscuridad.
Gracias por haber confiado en mí
por haber escuchado mi grito de auxilio,
por ayúdame a superar aquel miedo
por abrirme una puerta para salir.
Con los años aprendí que en malos tiempos,
rodeada de alimañas, se puede llegar a triunfar,
que hay buenas personas en este mundo
desinteresadas, siempre dispuestas a ayudar.
Tú fuiste capaz de darlo todo
sin esperar nada a cambio,
cuando yo estaba luchando
por hacer realidad este sueño.
Quiero dar gracias al destino
por haberte puesto en mi camino;
sin ti no sé qué sería de mi vida,
ni quién sería, ni dónde estaría.
Mil gracias te doy, amigo mío,
por apoyarme para que hiciera realidad mi sueño
por ayudarme a salir de todo aquello
y por haberme acompañado en el camino.
Hoy estoy a Villatoya contigo
para inaugurar esta biblioteca,
y juntos invitaremos a estos amigos
a leer libros, soñar e imaginar.
Cuando nos conocimos no imaginaba
que hoy nos volveríamos a encontrar
y que, por caminos distintos
los dos llegaríamos a triunfar.
Pilar Bellés
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