EL DRAGÓN QUE SE RESFRIABA
Había una vez un dragón que sólo sabía dormir panza arriba. Movía la cola para dormirse plap, plap, plap... removía la sábana y se destapaba. Al día siguiente achiiiiiiis.... estaba resfriado... lo llevaban al médico y había que ponerle una inyección....
- No debes destaparte por las noches, cariño - le decía su mamá - si no te vamos a tener que pinchar todos los días.
- Tranquila, mamá. No lo haré más.
Era fácil decirlo. Pero a la noche siguiente, cuando se dormía. Con la cola plap, plap, plap... i al día siguiente achiiiiiiis... otra inyección, otra tirita. Llegó el día que tenía el trasero lleno de pinchazos y tiritas.
- Mamá, me duele el culete.
- Prueba a dormirte de lado.
Lo probó. Estaba tan cómodo durmiendo de lado que ya no le dolía nada, ni siquiera se le movía la cola, ni la manta. Ya no volvió a resfriarse más...
- Mamá, creo que los dragones no duermen de lado...
- Pero tú sí... a dormir.
A partir de este cuento podemos crear mucha curiosidad y preguntas sobre seres mitológicos. Buscar información por la enciclopedia o por internet. Incluso a hacer un proyecto de trabajo sobre dragones. Puede servir también para que no se destapen y respiren mejor las largas noches de invierno cuando nuestros pequeños están resfriados.
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